En si mismas, las tecnologías de la información no son importantes, si lo son es por la capacidad de proveer del apoyo adecuado al área de negocio a las empresas, tanto en la productiva y de gestión, como son las herramientas de facturación, contabilidad, compras, producción, RRHH, como en el área estratégica y comercial (Inteligencia de clientes, automatización de procesos, sistemas de gestión de ventas y clientes, etc.).
Viéndolas de este modo, las ventajas competitivas pueden proceder de la eficiencia de las mismas frente a las necesidades de información para la toma adecuada de decisiones, lo mismo que en la producción de bienes tangibles, la capacidad productiva (Calidad, costes, capacidad etc.) representarán factores diferenciales para competir en el mercado. No obstante, son demasiadas las ocasiones que en mi trabajo de apoyo a las empresas observo que no se les presta la debida atención, muchas veces, sistemas anticuados de gestión o la carencia de información adecuada para la toma de decisiones se convierten en un lastre para las oportunidades de la empresa.
Para evitar esta pérdida de competitividad es vital que los departamentos de tecnología sean capaces, junto a sus clientes, las áreas
funcionales, de identificar aquellos sistemas hardware y software que posicionen a la empresa en la vanguardia de la información, permitiendo ofrecer al cliente final el mejor servicio, por encima de sus competidores en el sector.
Algunas de las nuevas oportunidades en tecnologías de información proceden de las propias infraestructuras tecnológicas, con más capacidad de procesamiento, menos riesgo operativo y unos menores costes de mantenimiento, mientras otras vendrán de la mano de nuevos sistemas de apoyo al tratamiento de información: Nuevas soluciones ERP. Sistemas de automatización de procesos (BPM), herramientas de almacenamiento y generación de inteligencia de negocio (BI) o sistemas de gestión de clientes (CRM).
Es muy probable que la tecnología se pueda convertir en el mejor aliado de la estrategia, pero para ello, como en el resto de áreas, la innovación se hace precisa. ¿Cuánto tiempo hace que su empresa no ha revisado la eficiencia de sus sistemas?
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