(Desde El País Dominical, 29/5/2011)
Los aspirantes a empresarios sueñan con ser los más ricos, lo cual no es novedad, pero encima solo quieren trabajar con gente feliz y crear happy companies o compañías felices. Hasta hace unos años, en el ambiente empresarial se hablaba de las satisfacciones. Hoy se discute de la necesidad de contratar a un nuevo directivo en la empresa, el CEO de la felicidad. Esto quizá explique el éxito de cursos como el Designing happiness (diseñando la felicidad) de la Graduate Business School de la Universidad de Stanford. Completo año tras año, para conseguir una de sus 80 plazas hay que convencer, vía e-mail, a Jennifer Aaker, profesora y gurú del asunto, de que realmente se tiene la determinación de ser feliz.
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