Pues bien, una vez más, esos días de fin de año que me provocan reflexionar y, sin quererlo casi, hacer un poco de inventario sobre el mismo, un año que ha pasado muy deprisa. ¿Quizás es que con la edad se me hacen más cortos?.

Lo  he podido compartir virtualmente con todos los que me habéis  seguido en este blog y disfrutado intensamente con los que lo han hecho físicamente, familia,  amigos, compañeros de viaje en los proyectos realizados, y donde  han merecido la pena todos y cada uno de los detalles y momentos vividos.

Estando mucho tiempo lejos de casa, como es mi caso, sin querer, adoptas y eres adoptado por aquellos que te rodean, sientes más cerca ese cariño que procede desde fuera de tu familia, percibes que eres también parte de esos otros que se dejan querer en esos ratos compartidos, una familia mucho mayor que la tradicional.

Ah…y ahí está la tecnología, que fue tan demonizada desde aquellos que nos intentaban disuadir de su uso diciendo que iba a ser negativa para las relaciones humanas.  Como con todas las cosas, saber usar es la clave, pero que feliz poder tener en la punta de los dedos, o en otras ocasiones hasta con videoconferencia, la capacidad de estar tan cerca de las personas que quieres, sin importar el momento o lugar (aunque a veces se cabreen por despertarlos). No hay distancias para ese contacto y cariño, aunque todavía si para caricia física…..de momento, claro. Y una de estos claros beneficios son los que hoy me permito usar para escribir este post de fin de año.

Hemos compartido ideas, trabajado en pequeños y grandes proyectos, navegado, buceado, esquiado, surfeado, bajado ríos y cascadas, rafting, ganado y perdido al squash, a los bolos, al padel o al futbolín,  visto mucho teatro y cine (malo y bueno), escuchado música y bailado en ocasiones, degustado sabrosas comidas en lugares que hemos hecho especiales  con nuestra sola presencia e incluso cocinado juntos, debatido en partidas de apalabrados con palabras imposibles o en otros juegos locales o a distancia, nos hemos entusiasmado por la liga de fútbol (da igual si se empata, pierde o gana), y tantas cosas más que han llenado cada minuto de este año que se acaba, en fin, vivido tan intensa y apasionadamente como nos han dejado esos pocos tarados que intentan arruinar nuestras ilusiones  alrededor del mundo con acciones que generan sufrimiento y desazón, contra los cuales seguiremos luchando día a día.

A todos vosotros, compañeros de este viaje que es la vida,  agradezco vuestra compañía y os deseo que este año que llega nos siga aportando la posibilidad de crecer juntos.

Cómo cada año recuerdo, la vida se compone de pequeños detalles que pueden cambiar las experiencias y felicidad de los que nos rodean, nunca perdamos la posibilidad de usarlos  con generosidad.

Qué tengáis unas excelentes fiestas y se cumplan todas vuestras ilusiones.