Julio 2012. Todavía quedan lugares donde la naturaleza se manifiesta en todo su esplendor, y no están descubiertos por el turismo masivo, apenas de un pequeño grupo de medio descontrolado de intrusos aventureros.
Ecuador es uno de esos lugares, con altos costes para llegar al país, sin grandes operadores que ofrezcan vuelos charter o bien recorridos muy organizados (exceptuando las Islas Galápagos que, aún así, tienen restringido el número de visitantes mensuales), y con una pizca de más en el riesgo que esos osados turistas correrán en su visita (hay que ir con un poco de cuidado sobre los pillos lugaremos), Ecuador ofrece un sinfín de sorpresas que aún viven un entorno cultural y desarrollo poco afectado por la afluencia de visitantes extranjeros.
La semana pasada os mostré una actividad pesquera que, con muy pocos medios, sustenta la vida de un cantidad importante de familias, y ahora comparto otra preciosa experiencia, no solo de actividad pesquera pero también para vivir el avistamiento de ballenas jorobadas, que desde Julio a Septiembre, se aproximan a las costas de la ruta del sol, entre Salinas y Manta, para aparearse.
Si bien podréis observar el lomo o saltos de algunas de las ballenas que se acercan a este evento, incluso desde la misma carretera de la costa, para una mejor observación hará falta adentrase un poco más en el océano (3 a 4 millas) ,y no hay mejor sitio para hacerlo que desde la localidad de Puerto López, a tan solo tres horas y media de Guayaquil.
Es una actividad que se puede realizar en tan solo un fin de semana, y os propongo un recorrido que puede complementar muy bien esta experiencia.
Con salida el mismo sábado podéis llegar, en menos de tres horas, a Montañita, quizás uno de los lugares más animados de la costa, especialmente por su actividad surfista y su ambiente nocturno. Si llegáis temprano, Montañita es una excelente parada para un buen baño, un ceviche en la playa, y un buen café en alguno de sus múltiples bares. También para recorrer sus pocas calles repletas de artesanos, o quizás para pasar la noche, aunque solo si pensáis NO DORMIR y disfrutar de su ajetreo, o dormir a partir de las 6 am, cuando sus cansados pobladores y visitantes descansan un poco. Una alternativa es disfrutar de su noche y dormir unos cuantos Km. más al norte en Baja Montañita (un lugar posible es el Hostal Sole Mare, (+593 89110555, preguntar por Carlos) donde los ruidos quedan un poco atenuados.
De lo contrario, un excelente lugar de descanso es la Hostería ATAMARI (Tel +59391901300) a unos 40 minutos de Montañita y ya rumbo a Puerto López. Allí, además de un buen servicio, podréis ver excelentes puestas de sol, disfrutar de una paz y vistas alucinantes, y quizás, con un poco de suerte, también observar las ballenas desde la propia terraza de la Hostería.
Al día siguiente, si no habéis sucumbido al encanto de ATAMARI, podéis partir hacia Puerto López, y en poco más de 20 minutos estaréis en su playa, donde un sinfín de operadores ofrecen el avistamiento, con una duración entre 2 y 3 horas (en mi caso elegí a Machalilla Tours que también permite al final de la excursión un poco de snorkel junta a la isla de Salango). El trajín de sus pescadores es un buen aliciente y podréis ver como se ejecutan las transacciones en la misma llegada de sus pequeños pesqueros.
La experiencia merece la pena, y tras la excursión, se pueden tomar varias decisiones, todas ellas apetecibles, almorzar en uno de los muchos chiringuitos de Puerto López, comer una langosta en Puerto Callos, rumbo de vuelta a Guayaquil, justo en el desvío hacia Jipijapa, incluso parando en la Playa de los Frailes, una de las maravillas de Ecuador, o recorrer 15 minutos hacia el sur y deleitarse con los mariscos del mejor restaurante que conozco en la zona, en Salango, el Delfín Mágico.
Que lo disfrutéis!!!!!
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