Los que me conocen saben que soy MEDIO-ADICTO al chocolate, que junto a una buena salsa picante, y un aguardiente como final de comida (mejor Orujo, pero la Grappa o el Pisco son bienvenidos), son ingredientes clave para que yo pueda considerar un excelente almuerzo o cena. Poco a poco, mis pequeñas adicciones, quizás porque así quiero verlo, están resultando menos dañinas de lo que me querían hacer ver los enemigos de mis placeres. El picante está resultando un eficaz revulsivo de las enfermedades de estómago, y los países que lo consumen más, como México o la India demuestran que son menos proclives a ese tipo de cánceres, los llamados “bajativos” como el Orujo son excelentes también para disipar las grasas de una comida pesada, y si eres experto, te permiten explorar la textura y sutileza de un sabor que pocos aprecian y que casi siempre procede de artesanos locales (si es bueno)…lo cual te aporta también un poco de riesgo, otra de mis atracciones vitales.

Y ahora tropiezo con este estudio, no concluyente, pero esperanzador sobre el chocolate y me complace mucho compartirlo con vosotros, se trata, según la agencia Reuters (27/3, El País) de un estudio estadounidense  que asegura que el consumir este producto con frecuencia baja el índice de masa corporal.  Os lo juro que no lo creo, aunque si es muy probable que actúe como coordinador de un proceso de gestión de otros alimentos

Las personas que comen chocolate unas cuantas veces a la semana pesan menos que aquellas que lo hacen raramente, según asegura un estudio realizado en EE UU. Los investigadores subrayan que el trabajo, publicado en la revista Archives of Internal Medicine, no significa que añadir chocolate a la dieta ayude a adelgazar. Apunta más bien a los posibles efectos beneficiosos para la salud de los antioxidantes que contiene el cacao, tales como una bajada de la presión arterial, del colesterol y del peso.

«La gente ha asumido que el chocolate, como tiene calorías y es considerado un dulce, pues es, per se, malo», ha señalado Beatrice Golomb, de la Universidad de California y responsable del estudio.

Golomb y sus colegas se han basado en los datos obtenidos en un estudio sobre colesterol para el que se analizaron los hábitos alimenticios de 1.000 adultos sanos, de entre 20 y 85 años. Los investigadores comprobaron que quienes comían chocolate con mayor frecuencia ingerían más calorías y grasas saturadas que aquellos que consumían menos, pero incluso así, los primeros tendían a reducir su índice de masa corporal. Esto era así hasta teniendo en cuenta otras variables como la edad, el género y el ejercicio. Los autores del trabajo encontraron diferencias de peso de 2,3 a 3,2 kilos entre aquellos que comieron chocolate cinco veces a la semana y los que no lo hicieron. Según Golomb, lo más importante es la frecuencia en el consumo y no tanto la cantidad.

Estudios anteriores han vinculado el chocolate -sobre todo el negro- con niveles más bajos de presión arterial y colesterol, y con una mayor sensibilidad a la insulina, atribuidos a los antioxidantes y otros compuestos químicos del cacao.

Eric Ding, nutricionista de la Escuela Médica de Harvard, pide cautela, ya que la muestra tomada para el estudio no es muy amplia y este no logra establecer una relación de causa-efecto. Y apunta que una explicación puede ser que «las personas que están adelgazando se recompensen a sí mismas con chocolate, más que sea el chocolate el que lleve a perder peso». Sea como fuere, Ding indica que, si los antioxidantes del cacao son los responsables de la diferencia de peso, entonces es mejor tomar chocolate negro, más puro. Y recomienda que, cuando consumamos chocolate, lo hagamos «en lugar de algo, y no añadiendo más calorías a las que ingerimos diariamente».

Los autores del trabajo también evitan establecer conclusiones. «El estudio no apoya la tesis de comer grandes cantidades de chocolate para perder peso», dice Golomb, sino que «aquellos que consumen regularmente este producto quizás deberían dejar de sentirse culpables por hacerlo».

Ah, debo añadir que hace siglos los Mayas y los Aztecas ya utilizaban el chocolate como medicina.
Durante el siglo XX se han descubierto múltiples cualidades del chocolate, la mayoría aplicables a la buena salud: dolores de cabeza, delgadez extrema, cansancio, fiebre, angina, problemas cardiovasculares, prevención del cáncer y apoplejías, antioxidante….. y algunos dicen que hasta, por lo del placer, es un sucedáneo del sexo, claro está, nunca sustituyen por completo al placer original.

O sea, una EXCELENTE noticia, para mí y para todos los que comparten conmigo esas reuniones familiares o laborales que incluyen unos granitos de ese placer gastronómico, ahora no hay excusas, compartir la amistad o el trabajo, disfrutar de un buen chocolate y perder peso son totalmente compatibles….al menos hasta que otro estudio lo desmienta.