(Con permiso de PCM (c). 5/9/2011)
La banca se enfrenta a un entorno económico complejo, que va a requerir de drásticas reducciones de costes y de aplicar medidas de mejora de eficiencia de forma urgente. A la hora de realizar este ejercicio se plantean varios dilemas, ya que recortes indiscriminados y cambios profundos pueden dañar gravemente la capacidad de generar beneficios cuando mejore el panorama económico.

Consideramos que reducciones de las partidas de gastos arbitrarias y simples, basadas en distribuir equitativamente el daño en toda la organización son insuficientes y muy peligrosas, pues contribuyen a mermar el músculo además de la grasa. Las organizaciones deben adoptar enfoques más estratégicos, considerando la reducción de costes como parte de una iniciativa más amplia y compleja, destinada a mejorar y estabilizar los niveles de eficiencia. Debemos encontrar un equilibrio entre medidas tácticas y de corto plazo, e iniciativas estratégicas que podrán colocarnos en posiciones mucho más sólidas para alcanzar eficiencia sostenible.

En el artículo elaborado por los especialistas de PCM ahondamos en las grandes oportunidades para estructurar las mejoras de eficiencia en base a una reducción inteligente de costes, que al mismo tiempo mejore la flexibilidad de la institución y refuerce la estrategia y el valor de cara al cliente final.